10) Tenemos la tendencia a ponernos tensos ante las situaciones estresantes durante la actuación. Pareciera que nuestras manos se tornan enormes y no sabemos que hacer con ellas, es como si todos estuvieran observándolas directamente. No podemos quedarnos quietos, es como si tuviéramos que hacer algo, aunque sea mover nuestros pies.
El estudio del movimiento dramático nos ayudará a estar cómodos con nosotros mismos durante la escena.

8) Es por esto, que necesitamos estar mas enfocados que en nuestra vida cotidiana: hemos de desarrollar un foco extraordinario. Entrenar nuestro movimiento nos enseña no sólo a enfocar con los ojos o con la mente, sino con todo nuestro cuerpo, con todo nuestro ser.
7) Tenemos que forjar una adecuada relación entre lo que se enciende en nuestro interior y la manera en que esto se manifiesta en el exterior. A su vez, debemos estar disponibles a ser afectados por lo que ocurre a nuestro alrededor, así, nuestra capacidad de responder a los impulsos, que surgen en nosotros siguiendo el estimulo de lo que nos rodea, nos permitirá ser libres para que dichos impulsos se manifiesten plenamente: física, vocal y energéticamente. Si la audiencia no ve, escucha y siente esto, entonces no está ocurriendo teatralmente.
6) También, necesitamos contar con habilidades atléticas y gimnásticas para que estos impulsos puedan tener cauce, a su vez, este desarrollo en un buen estado físico nos va a acompañar en nuestra vida diaria. Es posible que decidamos no recorrer todo este camino, pero esta será una elección tomada en función de nuestro miedo o incapacidad.
5) Luego, debemos aprender a elegir y definir la forma en que nos vamos a expresar. Es posible que en la vida podamos responder de manera certera ante determinadas circunstancias, pero no necesariamente esto debe ser así durante la actuación. Generalmente los movimientos instintivos se guían por patrones adquiridos o aprendidos. El arte de un actor implica elección. Nosotros podemos aprender a actuar libremente con ritmo y forma, de manera fluida y enérgica: podemos aprender no solamente el que sino el cómo de la acción físca.
4) Necesitamos aprender a realizar todo esto dinámicamente en conjunto con nuestros compañeros ya sean animados (otros actores) o inanimados (utilería, la escenegraphia, luces, sonido: todo lo que forma parte del espacio escénico).
3) También debemos aprender a jugar con la dinámica del tiempo y el espacio, y su conexión con lo estático.
2) Podemos aprender a actuar (jugar) libre y plenamente. Actuar (jugar) en acción y no simplemente ejecutar. Encontrar un sentimiento profundo de placer representando a Otelo mientras estrangula a Desdemona.
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